Españoles en Vancouver

Los programas tipo "Españoles por el mundo" terminan por confundir. Por un lado, hablan más del sitio que de las personas. Sí, salen sus casas y plantan fabes en sus macetas, pero rápidamente se pasa al monumento emblemático, a la comida típica y a las fiestas de San Genaro. Por otro, aunque relacionado con lo anterior, por la imagen que dan del hecho de "irse de España". Vale, el programa no pretende hacer estadísticas de cómo están los españoles en tal o cual ciudad, pero es inevitable crear el todo de pequeñas partes. Y si en el programa solo sale la gente que quiere salir, puede resultar fácil pensar que estos representan a los que no quieren salir o se volvieron. A mí no me enerva, pero una amiga que vivió dos años en Washington sí que me contaba cabreada lo que le molestaba la banalización del hecho de irse de España. Esa imagen de que emigrar es algo sencillo: Por obvio que parezca, mucha gente no es consciente. Engañan a la gente. E irse fuera cuesta mucho. Es duro. Y yo añado: Sobre todo lo de estar solo.

Conocida la ciudad, he conocido a españoles. Nos reconocemos cual vampiros. Y no hablamos de los parques o la abundancia de comida japonesa. Y pronto te das cuenta de cómo lo llevan. Esto está lleno de gente que se ha venido con sus ahorros y sus cojones y que, sobre todo al principio, lo pasan medio regular. Conocí a dos recién llegados de golpe que eran la cara y la cruz. Pero la moneda temblaba de miedo. Uno lo había dejado todo en Cáceres y se había apuntado a un intensivo de ingles de 6 meses (no hablaba una palabra), tiempo en el que esperaba encontrar trabajo de lo suyo, electricista. Era de esas personas transparentes que además te caen bien al segundo. Y era verle la cara y notar que si no lloraba por las noches, era por no dar ruido. El otro estaba igual, pero lo tapaba con bravuconadas. Aprendería inglés "por ahí". Y con tono cómplice me recomendó un comedor social en el que comer por 2 dolares (con toda la chusma, pero postre y tó, primo) y el lugar en el que acababa de comprar una bici recién robada por 30. Perlas que da España, señores.
No tenían nada que ver el uno con el otro, pero el miedo y el idioma (el que entendían y el que no) les unían.

Pero no quiero caer en lo que critico. La tercera y última española con la que he hablado más de diez minutos es otra chica catalana que sin saber ingles se vino aquí a trabajar a una narcosala. Lleva dos años aquí y ya simplemente quiere volverse. Ya se lo que es, me demostré que podía y... Vancouver es un coñazo, dice. Y he conseguido lo más difícil, entender a los pacientes.

10 comentarios:

  1. La chica se quería demostrar(se) que podía. Pero:

    ¿Te contó el cacereño de qué huía y por qué eligió Vancouver?

    ¿Y Kevincostner de Jesús?

    La simpatía suscitada por uno contra el repeluco del otro.

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  2. Tiempo atrás conocí a una persona que había vivido muchos años en Australia y que había vivido bien. Aun así, cuando salía el tema, siempre lo terminaba con una frase que creo resume esto que nos quieres contar, él siempre decía "pobre del que tiene que dejar su país".

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  3. La diferencia entre los emigrantes es clara, y creo que predice bastante bien cómo acaba la historia:
    - el que se marcha porque quiere, porque le apetece, porque le gusta especialmente el país receptor o no le importa demasiado (e incluso prefiere) perder de vista la "madre patria" normalmente suele irle muy bien, encontrar su sitio y ser feliz.
    - el que se marcha porque no le queda otro camino, porque en su país se muere de hambre o no le dan la oportunidad de vivir como le gustaría... a esos, que son la mayoría por desgracia, la morriña suele acompañarles el resto de su vida.

    Eso sí, haz el favor de hacer más amigos canadienses que españoles, que al final se te va a olvidar el inglés!

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  4. A mí me fastidian un poco los programas de españoles por el mundo, parece que todo es supersencillo y supergenial y te puedes ir por ahí como quien se calza unas polainas y se va al parque a darse un paseo. Emigrar, aún temporalmente, es uno de mis sueño románticos, una de esas cosas que nunca me atreveré a hacer por mi cuenta, y menos ahora que tengo menos dinero que uno que se está duchando. Eso sí, si en un futuro tengo (algún) trabajo y me dan la oportunidad de irme a trabajar por ahí, creo que me lo pensaría más bien poco.

    Cruzarse medio mundo para trabajar en una narcosala me parece épico.

    ¿Cuando te cruzas con un español estando fuera sientes una especie de estremecimiento como Christopher Lambert en "Los Inmortales"? ¿O los reconoces porque gritan más que los demás y llevan una expresión facial a lo Paco Martínez Soria? ¿Alguien es capaz de volver a ver "Los Inmortales" sin sentir "cosica"?

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  5. Desconozco de qué huían. Hablé con ellos un rato. Nos dimos el mail, que no he usado, y poco más. Así que que nadie tema porque me junte demasiado con españoles, es mucho más fácil juntarse con chinos, japoneses, persas (hay miles) o indios. Los canadienses están cotizados.

    De lo que Alicia y Sonia dicen, pues eso, que yo quería decir que lo de largarse depende mientras que el programa de marras lo vuelca hacia uno solo de los lados. Aunque la alternativa "con morriña por el mundo" no acabo de ver si funcionaría.

    Aquí hay profesionales de cambiar de país. No se se si se paran en Canadá o conozco solo a los que se paran. Pero, puestos a elegir país, quizá este sea de los buenos. Lo normal es no tener abuelos canadienses. Y es frecuente que tampoco lo sean los padres.

    El reconocimiento español-español es mezcla de estremecimiento en la fuerza y, en efecto, en el tímpano. Como si "Los inmortales" tuviera una versión en la que el escocés fuera Alfredo Landa, el español Toni Leblanc y el... heavy Pepe Isbert.

    Una generación entera nos flipamos con esa película. Y TODOS pensamos ahora que sólo "Howard, el pato superhéroe" era peor. Y por muy poco, ojo.

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  6. La mención a "Howard, el pato superhéroe" me ha estimulado la glándula de la nostalgia y ahora estoy segregando hormonas de "si tiiiioo".

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  7. ¡¡Si tiiioo!! Lo siento. He de sumar "Golpe en la pequeña china" ¡PAM!

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  8. Cuando estoy zapeando y me cruzo con algún "español por el mundo" que ha tenido un par de narices de coger el petate y dejar su vida más o menos predestinada, no puedo evitar engancharme y cotillear en sus vidas como si fueran estrellas del rock. Y al terminar siempre me queda el remordimiento de si tal vez yo debería de coger a mi familia y buscar un mejor futuro para nosotros. Algo parecido a lo que me pasa cuando alguien abre una bolsa de patatas fritas: "¡Cojo una y ya!"

    Y a propósito de esta entrada me surge la siguiente duda: ¿Qué otras nacionalidades se comportarán como dos españoles que se descubren en medio de la plaza mayor de Vancuver?

    -"Filipino ¿verdad?"
    -"Sí tío, ¿tu tampoco soportas el jamón serrano de éstos bárvaros? lo que daría por una buena ración de sopa de plátano"....

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  9. Llego tarde, lo sé, Mudito querido, pero que sepas que en esta tarde de sabado te he preferido a tí, tu blog, tus fotos y los comentarios de tus amigos, antes de un famoso escritor compatriota mío (Claudio Magris) que también viaja mucho y comenta sus viajes y pone fotos en los libros. Que se que quede el Claudio de reserva en el Kindle, para cuando ya no tenga nada más que leer del Mudo. ¡Eres genial!

    Me pregunto si existe también un programa que se llame "Extranjeros en España", a ver si me entrevistan a mí. Les diría que lo difícil de ser extranjeros en España es de no poder acostumbrarse al horario de la cena y de no lograr contestarle rapidámente a los maleducados. Y también no haber visto a las mismas peli que los demás y tener que buscar en Google a "Los inmortales" para ver de qué va.

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  10. Millones de gracias por los ditirambos (la palabra está elegida en tu honor).

    Te diré que:
    - Existe un programa llamado "Destino: España" al que puedes llamar. Avisa si es así.
    - Que lo del horario de cenar, va unido a tirar las servilletas al suelo: Absurdo pero inevitablemente español.
    - Que lo de tener la respuesta adecuada cuando ya es tarde los franceses lo llaman "El espíritu de la escalera"
    - Que "Los Inmortales" puede ser la última película que a ti te recomendaría ver en mi vida. Bueno a ti y a casi todo el mundo.

    Y que me han preguntado quién eras y lo han flipado al saber que eres italiana (por cómo escribes, te creían latinoamericana).

    Un beso grande.

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