La playa del naufragio nudista


Mi playa favorita de Vancouver se llama "Wreck (naufragio)", aunque prefiero la traducción que pongo de título de esta entrada. Me gusta más porque la gente que la puebla es tan heterogénea y va tan irregularmente tapada, que más que una playa nudista parece una playa de náufragos que han perdido las ganas de seguir cualquier moda conocida. Mi escasa experiencia en otras playas nudistas era más en plan desnudo, vestido y topless. Aquí la escala de grises es brutal: Ves a gente completamente vestida, en bañador, en ropa interior, con la parte de arriba y no la de abajo, con sombrero y riñonera, en bolas pero con las perneras del pantalón a los hombros, como los pijos llevaban hace años los jerseys...

Me habían dicho que había mucha pose. Tenían razón, pero es lo que le da chiste. Me hacen mucha gracia todos esos robinsones desinhibidos a su manera y llenos de pensados accesorios que ni se bañan ni le dan a las palas ni juegan un mal mus. De cuando en cuando se levantan y al rato se sientan. Y como la playa está entre árboles y no tiene chiringuito ni socorrista, pues simplemente vegetan al sol. Como si vivieran en una isla desierta y supieran que la playa va a estar ahí siempre.

___________________________________

Ademas:
  • Pertenece a la Universidad. Por más que muchos de sus habitantes solo tengan, apurando, edad de tuna. Está dentro de su campus. Y aquí hago una pausa para que nos imaginemos Periodismo de la Complutense o Bellas Artes de Cuenca al lado de una playa.
  • No es nudista. No. Palabra fea, corta y cuya interpretación es susceptible de herir sensibilidades. Es una playa de "libertad para vestir como quieras" (traducción libre, de nuevo). Hay que quererlos. (foto 2)
  • Se accede a ella tras 500 escalones. Que son de subida también, claro. (foto 4)
  • Está al lado de una maderera que llena la mitad de la playa (detrás de un espigón, foto 1) de troncos de árboles flotando (foto 3, hecha desde mismo sitio, mirando a la derecha, que la 1).
  • Tiene aseos.

3 comentarios:

  1. Lo más increíble los tíos y tías en bolas que vendían cervezas y refrescos con riñonera en ristre para darte el cambio. Ese convenio colectivo querría ver yo.

    ResponderEliminar
  2. Yo quisiera trabajar en ese aserradero. Duraría poco con todas mis extremidades, pero estaría bien.

    ResponderEliminar
  3. Yo me he imaginado una asamblea de esta gente eligiendo su convenio colectivo y ya me ha hecho gracia el momento. El que va en bolas con los pantalones al cuello como moderador.
    Y me pregunto si "convenio colectivo" era una de esas cosas que se escuchaban sin sorpresa antes de 2008 (primero de la crisis que no cesa).

    Hombre Kriskros (valga la redundancia), ser maderero (como se diga) en estas tierras equivale a ser taxista en Nueva York, gondolero en Venecia y esas cosas que Sabina dijo en "la del pirata malo". Y no les he visto cortando troncos (el domingo lo intento), pero si construyendo casas. Y no creo que estuvieras ni cerca de que te saltara una astilla.

    Sin broma, en Calgary hay mucho trabajo de esto. Las casas individuales son enteras de madera. Cuando las ves a medias parecen de IKEA.

    ResponderEliminar