Algún que otro final cerrado

Un amigo que lee esto, se frustra con las películas con finales abiertos, aquellas que llegado su punto álgido, se funden a negro sin más. En este final de blog, qué menos que intentar evitarlo.

Alguna de las cosas que he contado sí tiene un final:
Mis partidos de fútbol terminaron tras choque y pisotón de rinoceronte en forma de defensa. Me quedé con un dedo morado y con el regomeyo de no poder decirle al enano que pase el balón o se compre uno.

He sabido lo que es el olor a mofeta. Es tan sutil como persistente, todo dentro de su hediondez.

Volví a encontrarme con algunos españoles de los que hablé aquí. Al guindilla que usaba recursos asistenciales como si fueran para turistas me lo crucé. E increíblemente se vanaglorió de nuevo de ello. Y con el cacereño que conocí junto al guindilla llegué a quedar. Está encantado con la vida. Su inglés mejora (de cero, en la aduana lo pasó regular), y trabaja en la construcción donde le valoran mucho su polivalencia. En España solemos trabajar de manera menos especializada que en el extranjero. Y eso a veces es un punto a favor.
También conocí a muchos más inmigrantes más o menos temporales. Y la única cosa que tenían en común es lo poco que habían dejado atrás en sus países.

No volví a ver al Travoltilla que me enseñó mi primer no piso. Mi casera compitió en un concurso de culturismo en Las Vegas. No se si fue la ganadora, pero lo merecía. Y no me he hecho amigo de mi compañero de piso, pero hemos tenido una callada, confortable y agradable convivencia cuyo punto álgido ha sido ver juntos el estreno de los últimos episodios de Breaking Bad. Él siempre con un conveniente Holy shit a punto.

En el trabajo tuve una anfitriona espectacular que me abrió su casa, sufrió sonriente mi paella y cuyo marido monta ahora mi bicicleta vancuverita.

Y no, lo lamento por mí y por no dar el final adecuado a esto, pero no vi osos.

Esta ciudad merece una visita, pero aún más una estancia. He hablado de sus corsés, pero no quisiera que eso no dejara ver su porte. Que no sobresaliera de ella que es un lugar esencialmente bien pensado en el que el comportamiento de sus ciudadanos es tan causa como efecto. Como decía aquella pintada referida a Llanes en la entrada de esta villa, Vancouver merez respetu.

Me voy de la ciudad queda. Quede para los que vengan.  

7 comentarios:

  1. Consuélate que por mucho que quieras ver en Vancouver, siempre te quedará algo qué ver

    Anda, haz el petate y vente para acá que ya estás tardando.

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  2. Plas plas plas plas!

    ¿Cuándo te vuelves a ir? Es que están muy bien tus blogs de viaje.

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  3. Joder! Ahora hay que esperar un año entero para la siguiente temporada... mientras, me picaré con otras series e incluso seguiré con la mía propia... o no.

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  4. Estupendo final y estupendo blog. Espero poder escuchar más detalles de tu propia voz. O es que este blog nació para no tener que estar respondiendo a todos tus amigos la preguntita de "Qué tal por Vancouver?"? Que vaya bien la vuelta.

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  5. Supongo que ha sido Bill Gates directamente, pero juro que antes de irme escribí un primer comentario en el que daba las gracias por todo, por leer esto y en especial por los comentarios. Cuando "me atrevo" a abrir un blog parece que ya no hay vergüenza. La hay y mucha. Y cada comentario, como que te la quita un poco. Al leer esto en España ese comentario no estaba. Pero los que he visto me han gustado más, qué leche. Gracias, muchas gracias amigos. Bill, no podrás con nosotros. Sobre todo con Guitardo.

    Como bien dice Per, algo de relación entre este blog y la pregunta "¿Qué tal por Vancouver?" hay. Pero más que por no contestarla, por no desgastarla. Las 5 primeras veces respondes como se debe. Las 5 siguientes, resumes. Las 5 siguientes te quedas en palabras clave. Y a partir de ahí intentas que el "bien, muy bien" suene convincente. Incluso diciendo "muy muy bien".

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  6. Mañana hemos quedado. Y no te voy a preguntar ¿qué tal en Vancouver? Te voy a hacer muchas, muchas más preguntas. Porque lo bueno de tu blog no es que tenga un final abierto o cerrado. Lo bueno de tu blog es que tras cada entrada, cada línea hay muchas más cosas que lo dicho.

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