El orgullo de los canadienses

El grupo de trabajo en el que me muevo está formado, en primera o segunda generación, por cinco anglosajones, dos persas, dos asiáticas y una argentina. Todos tienen pasaporte canadiense. No hay más que llegar al aeropuerto y ver que este es un lugar multicultural.

No es un hecho único de Canadá. Se
parece a lo que ocurre en otros muchos lugares del mundo. Pero aquí, esta multiculturalidad es lo que muchos canadienses señalan como su mayor tesoro. Su equivalente a lo que en España sería el clima o la comida. Es de lo que más orgullosos están. De que exista y de que esté tan bien integrada. Tenían un país enorme, había que llenarlo para que en él se prosperara y lo han hecho con mucho sentido de la convivencia. Cierto es que esto requiere de un respeto que cae en el exceso con frecuencia, no me repito más sobre el tema, pero hay que verlo como un efecto secundario inevitable. Y si a la Navidad no se la llama Navidad para no excluir al que no la celebra como tal, o nada sensible se dice ni medio en broma, no vaya a parecer que la ironía no lo es y se te arruine la vida, qué le vamos a hacer. Nada es perfecto. Seguro que el ministro de Ciudadanía, Inmigración y Multiculturalismo de Canadá así lo cree.

(Sigue en primer comentario).

5 comentarios:

  1. Ser multicultural y no morir en el intento es difícil. Se tarda generaciones en que los hijos de inmigrantes arranquen con las mismas oportunidades que los nativos. Pero no es sólo cuestión de tiempo. En Europa les sacamos siglos y no estamos ni cerca de tener cada fin de semana una verbena diferente en idioma no oficial. Claro que influye lo de ser un país sin tatarabuelos de aquí, pero a Estados Unidos le pasa algo similar y su multiculturalidad es un poco diferente. No diría que se enorgullezcan de ella. No se trata sólo de la cultura de inmigración y del respeto. Es complejo. Pero de los otros muchos factores que influyen, creo que uno puede que tenga algo más de importancia. Creo. Lo público. Sanidad y Educación a la cabeza. Lo que paga el estado con los impuestos ayuda a la igualdad de oportunidades de estas nuevas generaciones. Y atrae a nueva inmigración. Aquí los colegios públicos funcionan muy bien. Y hasta no hace mucho, este país era el ejemplo mundial de cómo gestionar la sanidad pública. Hasta tal punto se cuidaba que funcionara como debe, que el ejercicio privado estaba tan dificultado que se decía que la sanidad privada estaba prohibida.

    Insisto en que no quiero simplificar algo tan complejo, pero jugando a las diferencias con Estados Unidos sí parece que tenga algo que ver. En cualquier caso, vistas las consecuencias o sus posibles causas, es para estar orgulloso de ello. Que Dios (o la divinidad que corresponda, sin hacer de menos a ateos y agnósticos) lo conserve.

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  2. Respuestas
    1. ¿Hace bueno?¿Estás bien?¿Les entiendes?¿Hay policías montados por las calles?¿Y a caballo?

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  3. Gabiguaters quinofdeblus6 de septiembre de 2013, 14:48

    Siempre que me comparo con otras nacionalidades que son "más mejores" que la nuestra me pregunto, como buen español, "vale pero ¿hasta cuándo les durará....?"

    Efectivamente, cuando veo escucho lo bien que se llevan en Canadá, la de becas y ayudas a la familia que hay en los paises nórdicos, me pregunto qué es lo que hemos o estamos haciendo mal aquí. Realmente deberíamos no quejarnos tanto de pagar impuestos y de cuidar lo que con ello nos pagamos. Cuanto más hurgo en el tema, más se me complica y yo hoy aún no he comido nada.

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  4. Es como lo de las olimpiadas, hay interpretación para cada cosa y la contraria. Pero tener recursos energéticos ayuda siempre.

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